Pablo Andrada de Palomera es Licenciado en Geología de la Universidad de Buenos Aires, y ha obtenido una Maestría y un Doctorado de la Universidad de Twente, en los Países Bajos. Su tesis doctoral, defendida en 2015, incluyó el uso de espectroscopía de reflectancia, geoquímica y mapeo del potencial minero, aplicados a la exploración minera en el Macizo del Deseado. Trabaja en exploración desde 1996, cuando ingresó a Compañía Minera Polimet. Desde 1998, trabaja en Fomicruz S.E., en donde actualmente es Gerente de Minería y Geología.
El potasio (K) es uno de los elementos que generalmente se incorpora a las vetas y rocas hospedantes en sistemas geotermales, los cuales pueden generar depósitos epitermales de oro y plata. La adición de K ocurre por la formación de minerales como ilita y adularia; mientras que la ilita puede depositarse durante la alteración hidrotermal en las rocas que rodean a las vetas de cuarzo, la adularia puede depositarse como parte de las vetas. La adularia suele interpretarse como producto de la ebullición adiabática, proceso que puede provocar también la precipitación del oro. Por lo tanto, las concentraciones de K pueden ayudar a detectar rocas alteradas hidrotermalmente con potencial de albergar a vetas mineralizadas, así como proporcionar información sobre las alteraciones hidrotermales, lo cual es difícil de obtener por medio de observaciones geológicas. Recientemente, durante la exploración del proyecto Argenta, ubicado pocos kilómetros al norte de la mina Martha, Fomicruz adquirió datos de rayos gamma y espectroscopia de reflectancia, para detectar anomalías de potasio e inferir las posibles fuentes de esas anomalías. En esta presentación, mostraré algunas interpretaciones preliminares de esos datos.